Periodismo y Cuentos

viernes, 29 de julio de 2011

Bolivia: Nacidos para sufrir y festejar

Desde 1925, el país tuvo muchas malas dentro de la cancha, pero también algunas muy buenas. Todo a partir de la creación de la Federación Boliviana de Fútbol y del sentimiento que provocó este deporte en La Paz y otras regiones.

Si a algún argentino todavía le duele el 1-6 ante Bolivia de las últimas Eliminatorias, qué decir de los bolivianos que aún siguen recordándolo como una de las más grandes victorias deportivas de su país. No es para menos teniendo en cuenta que el primer partido de su historia profesional fue un 7 a 1, pero en contra, frente a Chile. Y resultados como ese último hay muchos en su haber, desde que la Federación Boliviana de Fútbol está constituida como tal.

Ese partido frente a los chilenos fue el 12 de octubre de 1926, en el marco del Campeonato Sudamericano de Selecciones (posterior Copa América), y en la misma fecha en que la Federación pasaba a ser parte de la CONMEBOL. En el resto de los encuentros de ese torneo cosechó resultados similares, en donde marcó sólo dos goles y recibió 24. Sin embargo, esos partidos quedaron marcados como el inicio de una nueva etapa.

Lo concreto es que la Federación nació oficialmente en 1925, con el motivo de entrar en el fútbol internacional luego de que a fines del siglo anterior ya se fundaran los primeros clubes. Con la creación de asociaciones que representaban a los departamentos y regiones del país, aparecieron los torneos del fútbol amateur. Posteriormente se daría el paso más grande, el de reagrupar esas asociaciones en una mayor que simbolice el deporte boliviano.

No se discute que Inglaterra sea el lugar geográfico donde haya nacido este juego, pero sin dudas que Sudamérica le dio un agregado especial, desde el calor de sus hinchadas, desde las características mismas del juego en sí y en los grandes cracks que surgieron por estas tierras. Bolivia no es la excepción a todo esto. A pesar que siempre ronde los últimos puestos de las tablas en el continente, el fútbol boliviano tiene el mismo sentimiento que se despierta en Buenos Aires, en Montevideo, en Santiago de Chile, en Asunción o en San Pablo.

Al igual que en estas ciudades, este deporte también llegó a Oruro, aunque tiempo después se trasladaría a La Paz, transformándose así como la capital del fútbol en el altiplano. Con el progresivo aumento de adeptos, se crearon los clubes y los campeonatos. Los primeros equipos fueron Oruro Royal, Bolivian Rangers y Thunders. Luego se sumarían los que tendrían una mayor convocatoria, The Strongest y Bolívar.

De esta manera es que en primera instancia nace La Paz Football Asociation (AFLP), todavía dentro del incipiente amateurismo, regulando los encuentros. Luego de varios años de partidos entre los equipos de la región, sólo faltaba algo más: dar el gran salto al fútbol internacional.

Así fue que las asociaciones de Cochabamba, La Paz, Oruro, Potosí, Santa Cruz, Sucre y Uyuni dieron por sentadas las bases para dar nacimiento a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), el 12 de septiembre de 1925. Como quedó dicho, poco más de un año después comenzó a ser parte de la CONMEBOL, pero anteriormente, el 3 mayo de 1926 ya había sido incluida en la FIFA, durante un congreso en Roma.

De las diez Selecciones que componen el organismo sudamericano, Bolivia fue la octava en sumarse. La primera en constituirse como asociación fue Argentina, en 1893. Luego le siguieron Chile (1895), Uruguay (1900), Paraguay (1906), Brasil (1914), Perú (1922), Colombia (1924), Ecuador (1925) y Venezuela (1926).

En este rincón del continente, el fútbol es pasión por donde se lo mire y en la ciudad que se mire. Porque a pesar de que Bolivia sueñe cada vez que se inician las Eliminatorias mundialistas o la Copa América, y pocas veces ese sueño se haga realidad, seguirá insistiendo con ese final feliz ansiado. Ese que forma parte del sentimiento futbolero que corre por la sangre.

En parte, ese sentimiento que iba en aumento, sirvió para llegar a una nueva etapa. Así, el profesionalismo llegó al fútbol boliviano en 1950. La rareza es que durante 27 años, el amateurismo continuó en algunos equipos y torneos, por lo que la AFLP agrupó a los dos sectores. Recién en 1977 se terminó de conformar la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, dejando otra parte de la historia en el pasado.

Resulta inevitable repasar estas fechas y compararlas con el mundo argentino. Mientras en que en 1925, en el altiplano recién se organizaban para formar una Selección, los equipos de Buenos Aires como Boca Juniors, ya llegaban al viejo continente, en el marco de las primeras giras internacionales. Ni hablar de cuando la parte profesional se instalaba definitivamente y en Argentina ya había transcurrido más de 40 años de esa etapa.

Pero la historia es historia y queda en el pasado. Lo único que perdura de todas las cosas que sucedieron, es ese sentimiento que colocó al fútbol como una de las máximas emociones y que continúa vivo, en cada partido, cada aliento, cada grito de gol. Obviamente, Bolivia no es la excepción a esta regla emocional. Su fútbol estuvo marcado por hechos y hombres, como lo fue Aniceto Solares, primer presidente de la FBF y uno de los primeros que se permitió soñar a lo grande.

Los inicios marcarían que no le sería nada fácil. Sin embargo, una vez ganó la vieja Copa América, una vez clasificó para el Mundial de Estados Unidos, una vez le ganó a la Selección Argentina por 6 a 1. Lo que sueñan ahora, es conseguirlo una vez más, así como lo hicieron en 1925, también en el 2011. Porque acerca de sufrir ya saben, pero también sobre festejar.

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