Periodismo y Cuentos

sábado, 5 de diciembre de 2009

Entrevista a Hernán Saravia

“Algunos hacen terapia, yo escribo”

A punto de terminar un año con muchos éxitos a nivel colectivo, el cantante de Pampa Yakuza, se mete en temas no tan comunes de escuchar. Repasa su vida, sus pensamientos e ideologías que van más allá de la música, exponiendo una forma de vida.

Llega diciembre, lo que anuncia el final de otro año, aunque no fue un año más para algunos. Sacando un disco y dvd en vivo, cumpliendo más de 10 años de carrera, tocando en el Pepsi Music, cerrando oficialmente el año junto a Andando Descalzo ante más de mil personas y, de yapa, teloneando a un tal Manu Chao. Definitivamente no fue un año más para Pampa Yakuza.

Por eso mismo, y para darle una vuelta de tuerca a todo lo conocido de la banda de Liniers, Hernán Saravia, el cantante, no sólo se detiene en lo actual o lo más popular, sino que cuenta algunos detalles de su vida, sus pensamientos y objetivos. Pero no solamente a nivel musical. También habla de política, de escritura, de lectura, de la trascendencia que logó con Pampa. Todo saliendo desde su boca y volcado a estas líneas.

-Sos parte de una banda que viene tocando hace varios años, sacaron cuatro discos, cada vez son más populares y más gente los va a ver. Siendo la cara visible de la banda ¿Cómo es un día normal tuyo?

-Todavía laburando en otra cosa que no tiene nada que ver con la música. Trabajo en un laboratorio, encargado de la parte de producción. Ahí estoy todos los días de 8 a 17. Después vengo para acá, que ensayamos dos o tres veces por semana. Mi día es ese, el laburo, la banda, todo dependiendo si tocamos, y el fin de semana metido con Pampa. Por ahora no cambia demasiado el hecho de tener un show o inclusive hasta de grabar un disco. Cuando llega la posibilidad de grabar uno, también es complicado pedir los días en el trabajo, por eso hay veces que tenés que hacer todo a posterior de tu laburo. Terminás grabando a las 12 o 1 de la mañana, te acostás muerto, al otro día a laburar y después tenés que seguir grabando porque tampoco te sobran las horas porque todo vale plata y tenés que meter los temas rápido. Pero bueno, es la coyuntura, el momento hasta que la cosa realmente pegue el vuelco y no digo vivir “súper”, pero sí vivir bien haciendo las cosas que a uno le gusta que es la música.

-Ese es uno de los objetivos...

-¡El! ¡El objetivo! Sí, el objetivo es vivir de lo que a uno le gusta. Eso está en cada uno de nosotros, vivir de lo que le apasiona. La pasión está puesta acá y el laburo para mí es un medio para poder bancar algunas cosas de la banda. Si bien con el paso del tiempo se ha ido autogestionando casi toda la movida que hacemos. Tocamos y la guita no se toca, se reinvierte y esto hace que no tengamos que poner plata todo el tiempo, sino que con el laburo que la banda va generando se va bancando continuamente.

Sentados en un sillón dentro de una pequeña habitación, con un día caluroso afuera y algo más fresco adentro gracias al ventilador que con un zumbido acompañará toda la charla. Mientras los demás músicos de la banda, a medida que iban llegando, comenzaban con los preparativos en la habitación de al lado, la sala donde ensayan.

-¿Las letras de las canciones son todas tuyas?

-El 99% menos una, que es “Dejarse llevar” que la escribió Lucho (Katz, uno de los guitarristas). Las demás las escribí yo, veremos que pasa de acá en adelante. No es que tenga el monopolio ni que diga ‘nadie escriba’. Por ahora se dio así.

-¿Y cómo es el momento de escribir? ¿Ya tenés algo en la cabeza y arrancás de ahí o surge solo?

-Es muy raro. Hay veces que se me ocurre una frase y a partir de esa frase armo todo un tema porque me parece que la frase está buena. “A otra cosa” por ejemplo, la escribí a partir de “Preferimos la derrota compartida al triunfo en soledad”. A partir de eso, armé toda la canción. Hay veces que una frase te llama a seguir escribiendo, parece que está potencialmente bueno y digo “vamos a trabajar por acá”. Y en otro momento me pasó de casi escupir una letra entera porque venís enrollado con un quilombo o querés hablar de algo puntualmente y es trasladar ese pensamiento al papel. A veces el proyecto de composición se altera. Así que voy en el subte y siempre tengo algo para bocetear o grabar, una melodía, lo que tenga en la cabeza porque uno no sabe cuándo le va a llegar la inspiración de algo.

-¿Siempre la idea de las letras es transmitir algo en especial?

-La idea es tratar de contar algo desde un lugar distinto... Tratar de darle un poquito de vuelo a lo que uno hace. No te digo que vaya a ser Neruda o Borges. Pero tratar de escribir como puedo escribir, lo mejor posible, tratando de potenciar siempre la forma en que quiero contar las cosas. No soy el tipo que lo que primero se le viene a la cabeza va a estar en la canción, seguramente a eso se le da un par de vueltas, tratar de embellecerlo un poco, de ponerle otro color a la canción. La relación que tienen las canciones de Pampa, es la forma en que tengo de escribir. La banda puede estar haciendo un reggae, un rock and roll, un candombe, un carnavalito, pero lo que tiene que ver con la lira, viene por el mismo lugar, como que “este chabón es el que me está contando la historia”. Después la banda tiene su forma particular de ver la música. Ninguna de las canciones puede que responda a un género específico. O sea, cuando hacemos un carnavalito no es un carnavalito tradicional, o cuando hacemos un reggae no es uno que lo puedas identificar con el estilo roots... es la forma en que salen.

Pero obviamente, Saravia no se queda con “su” música o sus letras. Va más allá y la escucha de otras bandas es habitual en él. Y no sólo de bandas consagradas o hiper populares, también presta su oído para grupos que recién comienzan y que muchas veces le acercan los discos o demos en los recitales. Un tipo “ecléctico” en cuanto a la música, tal como se define él mismo. Además la radio es una fiel compañía al momento de escuchar distintas melodías. “A veces encontrás cosas muy viejas, como un tema del año 70 y podés pensar que lo compusieron ayer y a veces escuchás temas que son de hoy y decís: esto lo tengo re contra escuchado”, explica.

-¿Te pasa con temas de otras bandas que decís: “Por qué no escribí esta letra o por qué no compusimos esta canción”?

-Sí, escuchás temas que te causan admiración, de muchas bandas... -Apenas comienza con su respuesta llega Ricardo Jahni, el bajista, y no va a ser el último en entrar a saludar. Al segundo de volver a sentarse continúa respondiendo-... No decís “¿cómo no se me ocurrió a mí?”. Decís “¿por qué no se me ocurrió a mi?” -y larga alguna sonrisa-. Hay canciones que trascienden a lo que es la banda. La canción, si la hubiese hecho cualquier otra banda, igual hubiese triunfado porque creo que no triunfan las bandas sino las canciones y detrás de las canciones van las bandas. Entonces decís de canciones: “uh, me hubiese caído a mí esta idea”. Pero uno es lo que es y cada día que pasa trata de hacer mejores canciones y trata de potenciar los recursos que la banda tiene. Hoy por hoy no tenemos un hitazo radial. Muchas veces tiene que ver con la difusión. Hay temas que te los embocan de tanto manijearlo y al final terminás cantando cualquier cosa.

-Lo vas cantando por la calle y después te das cuenta...

-Tal cual “¡Qué basura que es esto, no puede ser que esté cantando esta bazofia!”... Pero tiene que ver con la industria y lo que terminan imponiendo los dueños de las radios. La bajada de línea de una compañía es muy grande. Dicen: “hay que poner este muchachos, todos los días cinco veces por hora...” y en algún momento te vas a acordar la canción, es inevitable. De ahí a que esté bueno hay un abismo. Creo que nosotros tenemos buenas canciones, no digo que sean ni mejores ni peores que otras. Pero creo que tenemos grandes canciones y sin embargo, no tenés el apoyo de una compañía como para que la cosa se haga masiva.

-De los temas de ustedes ¿Tenés alguno preferido?

-A ver... No sé si me gusta el 100% de las canciones que hemos hecho, creo que eso nos pasa a todos. Uno nunca está conforme ni está enamorado con todo lo que termina haciendo en su vida. Creo sí que, a mi modo de ver, tenemos muy buenos temas. “La mañana del mañana” es una de las mejores letras nuestras; “Sol de los pobres” me encanta como canción; “Carnaval...” va más allá de lo que es el tema, tiene mucho de afectivo para nosotros, fue la primera canción que nos hizo un poco conocidos o por lo menos que puedas identificar a Pampa con algo. Y que termines los show cantando “que te anda pasando”, te queda.

-Los acercó más a la gente.

-La gente la tomó mucho a esa canción, como que se hizo cargo de “Carnaval...”, y tiene una simbología muy importante para la banda. La canción está buena porque si la gente la canta por algo es. El tema es del 2003, quizás el primero que trascendió un poco más. Hoy es el cierre de los show así que tiene una aureola importante para Pampa. Después hay otros, “Contra las cuerdas” me gusta mucho. Hay varios que desde la letra y la música están bastante redonditos.

Una pausa en la música para dar pie a otros aspectos que, en principio, cualquier persona los ve lejos de personalidades que aparecen en alguna nota o los ven sobre un escenario. Pero hay temáticas que últimamente aparecieron en las letras de las canciones de distintas bandas y esta resulta una buena oportunidad para hablar de eso.

-¿Te interesa la política?

-El que dice que no es político es porque está metido en política. Para decir “no me interesa”, es porque está metido en algo, quiero creer que pasa por ese lado. Yo leo, escucho, analizo, decodifico y tengo una mirada muy personal. No me compro lo que me vende Clarín ni me compro lo que me vende Cristina... Hay que andar con mucho cuidado, porque tenés tanto bombardeo de cosas que si te parás ante lo que muestra el multimedio decís: “Uh, no vale ni la pena despertarse. ¿Para qué puse un pie debajo de la cama hoy?”. Y si ves la otra cara también, que estamos bárbaro... No. Me parece que hay muchas cuestiones que tienen que ver con una forma de ver la política muy particular. Tiene que ver con algo más sudamericano, y lo saco a Brasil de esto, a nivel de las grandes familias, como que siguen siendo los mismos. Los Kirchner estuvieron en Santa Cruz un montón de años, los Rodríguez Saá en San Luis, los Juárez en Santiago. Hay mucho de eso en la historia de acá, como que siempre necesitamos un caudillo y en otros lados no ocurre, hay una alternancia razonable en el poder, el que viene no es que destruye lo que hizo el otro, sino que trata de potenciar lo que dejó, hay una cuestión de tratar de crecer. Acá siempre lo que hizo el otro está todo mal, no sirve para nada y eso es lo que nos imposibilita despegar un poco. Igualmente soy de los que creen que si a Brasil le va bien, a nosotros también nos va a ir bien pero por rebote. Si a Lula le va a ir bien como parece que le va a ir... Estamos ahí nomás, algo de rebote tiene que llegar para acá. Hay que aprovechar esas pequeñas cosas para estar lúcidos y decir “yo tengo que entrar en eso, no puedo negar esta realidad”, hay que acomodarse a otro y tratar de avanzar con ese otro, desde el lugar que nos toque.

A pesar que la política no es un tema tan recurrente en sus shows o en las notas que da, Saravia no necesita rebuscárselas y da a entender que sabe de lo que habla y que camina con cuidado ante todo lo que lo rodea. Sin embargo, se vuelve a hablar de algo más cotidiano para él, algo que le gusta bastante y que está más relacionado con la música.

-¿Sos de leer bastante?

-Me gusta leer y escribir, las dos cosas. De hecho, yo a los 4 años ya leía, siempre me gustó leer. No sé si tanto la ficción, del tipo de novelas como “El señor de los anillos” que es súper fantasiosa. Igual la leí toda porque me gusta leer -diciéndolo por tercera vez para que quede claro-. Me gusta quizá lo que es más real, lo que pudo haber pasado, pudo haber sucedido. Los libros de Pigna me gustan. Cuando puedo, si tengo que matar el tiempo, trato de tener algo a mano para leer o escribir algo. Yo escribo pero no tiene que ver con canciones, es mi forma de catarsis. Algunos hacen terapia, yo escribo.

-En tu blog habías dicho que es una especie de cable a tierra esto de volcar algunas ideas o pensamientos ¿Necesitás muy seguido ese cable a tierra?

-Comparto mucho eso que dicen, que el mejor momento para escribir es cuando estás hecho mierda o estas súper. Cuando estás en esos momentos de “intrascendencia”, el día a día, es más difícil que te pueda conmover algo. Creo que tenés que pasar por algo muy bravo o por un momento de éxtasis como para escribir grandes cosas. Igual yo soy un convencido que en los momentos de más oscuridad salen los grandes temas. La gente creo que tira más para abajo que para arriba en ese sentido. No sé si comparto tanto esa visión negativa de la cuestión, pero uno se identifica con temas más para abajo, con cosas que lo hayan tocado muy en las fibras. Por ejemplo, algo muy literal, no sé si la gente se identifica más con “Reírme más” de Leo García que con “Un Pacto” (de la Bersuit). No sé si es por una cuestión de idiosincrasia del argentino que es más melancólico, esa cuestión del aire tanguero, pero siempre nos emparentamos más con la crudeza que con el “está todo bien”.

-¿Tenés algún referente en la escritura?

-A ver... Siempre que escucho una banda no sólo me detengo en lo musical, sino que trato de entrar en lo que el loco escribe. Si me gusta lo que escribe es más factible que me guste la canción, dejo en un segundo plano lo musical y trato de escuchar un poco más cómo cuenta la historia el loco, qué está diciendo. Si el tipo escribe súper, quizá me guste el tema aunque no sea una obra musical increíble. Musicalmente, no sé si “Las Pastillas...” me llegan tanto, como sí me llega cómo escribe el chabón; me gusta mucho cómo escribe pero no tanto la banda musicalmente. Sabina me gusta mucho cómo escribe pero no como canta. Al igual que Serrat, que me parece un gran escritor pero no es un gran cantante. Son trovadores o escritores que lo cuentan cantando. De lo nacional, Fito también me gusta como escribe. El Indio tiene temas muy copados pero también tiene algunos que, honestamente, yo no termino de comprender qué me quiere decir específicamente, pero serán mis limitaciones... Spinetta también, con su vuelo y todo, usa muy buenas metáforas, los recursos que utiliza. Hay muchos. Yo no copio, pero sí escucho y trato de ver cómo lo cuenta, desde qué lugar. Robo alguna mirada, no es que robo literalmente una frase.

El blog personal del cantante de Pampa, sirve como inspirador para aquellos que quieran empezar a escribir algunos pensamientos, desahogarse con sus penas, así como también para los que ven reflejado parte de sus vidas en las palabras que él escribe. Inclusive también sirve como disparador a preguntas y temas para seguir hablando en una de las habitaciones del departamento que la banda utiliza como sala de ensayo, mientras que el resto de los músicos sigue con algunas reformas en el lugar.

-Relacionado con algunas cosas que escribiste últimamente ¿Cuál crees que es la mejor manera de activar el cerebro? ¿Leyendo, escribiendo, alguna actividad física?

-Lo importante es no dejarse dominar por la pantalla solamente y quedarse con la verdad absoluta de lo que te quieren contar en la televisión o lo que estás leyendo en un diario. Me parece que la mejor actividad que se le puede dar al cerebro es analizar y decodificar lo que te quieren decir y que vos no compres absolutamente todo en la forma en que te lo quieren decir. Si uno hace su propio análisis ya está utilizando el cerebro para algo. Hay mucha data dando vuelta y poco tiempo para pensar. Entonces uno cuenta lo que le cuentan a uno, o lo que lee. No se usa el tiempo para ver por qué te lo está diciendo de esta forma, ahí hay que usar la energía del bocho. Y después, si tenés un tiempo libre, me parece que está bueno leer, te abre el vocabulario, te abre otra puerta a lo cotidiano, te puede transportar a otros lugares, llevarte a otro mundo por un rato. Está bueno abrir puertas distintas cada tanto, encontrarse con otra realidad de la que uno está viviendo.

-También dijiste en algún momento que las ideas son cosas que pasaron o que pueden llegar a pasar y lo mejor es vivir el presente... ¿Sos de llevar a cabo en lo cotidiano esas “propuestas”?

-Eso en realidad fue como un ejercicio, como una especie de doctrina, de decir: el futuro uno no lo conoce y se preocupa por algo que no conoce, y uno a su vez vive acongojado por cosas que no hizo o que sí hizo mal en el pasado... En definitiva está siempre esa sensación de “estoy mal por algo que pasó y no lo pude evitar o estoy mal por algo que mañana puede pasar, pero no sé qué puede pasar”, entonces te estás perdiendo lo que está pasando ahora, que en definitiva es lo que uno tiene que vivir más fuertemente. Como que estás metido siempre en los pensamientos, pensás, pensás, pensás... Pensás lo que viene, lo que pasó y te estás perdiendo lo que está pasando y me parece que está piola, simplemente estar conciente donde está uno. O sea, estamos hablando ahora, tenemos un eco de voces atrás, tenemos al aire del ventilador que por suerte nos refresca y tenés que estar conciente de eso también, está bueno. Más que nada para no tener siempre una visión más oscura. Ahora, en este momento, ya, acá, no tenés nada que te pueda apesadumbrar. Si uno es conciente de eso, no sé si estaría con una felicidad, pero por lo menos no tendría una pena tan grande. Sino estamos todo el tiempo con la angustia de lo que no fue o de cómo será.

Claramente, un tipo con pensamientos propios, con ideales, con buena onda, con energía y con una cierta notoriedad dentro de la música por remarla tantos años, especialmente entre las personas que vienen siguiendo a la banda hace tiempo.

-Después de tocar en muchos escenarios, cada vez ante más gente ¿Te sentís famoso?

-No... No... No, famoso no. Yo pienso más en ser exitoso que en ser famoso. El éxito va de la mano con la satisfacción personal. Lo famoso es para el afuera, lo interno tiene que importar. El éxito está ligado en hacer lo que uno hace con ganas, hacerlo bien, poder vivir de eso, con eso tiene que ver el éxito personal. Ser famoso... es para otro género. Sería mucho más feliz siendo exitoso que siendo famoso. A mi me gustaría ir a los chinos a comprar algo y que nadie te rompa las bolas. Ser uno más del montón, poder hacer mi vida lo más bien sin tener que convivir con 50 guardaespaldas o mandar a alguien a hacer los mandados porque no puedo salir a la calle... una crueldad absoluta sería. No creo que nadie esté aspirando a eso como meta, que diga: “el día de mañana espero no poder salir a la calle”, me parece una pelotudez... Sí me gustaría que se reconozca el laburo, que la gente se sienta identificada con lo que uno hace, que lo demuestre, todo bien, pero tampoco que no puedas vivir tu vida.

-Podés ir tranquilo a comprar a los chinos, pero tenés una cierta exposición...

-(Interrumpiendo, a modo de recuerdos e imágenes cercanas que se le vienen a la cabeza) A veces ha pasado que la gente te diga “¡Che Pampa, che Pampa!” Uno no tiene la dimensión si la gente lo puede llegar a conocer, a mí o a la banda. Como que uno siempre minimiza el hecho: “en definitiva no somos tan conocidos”. Pero de repente fuimos a tocar al Pepsi y me pasó a mí, le pasó a Lucho y le pasó al Ruso, de estar caminando y un montón de gente te diga “eh loco, ¿a qué hora tocan?” o “¡aguante Pampa!”, y no gente que uno conoce de todos los shows, ese grupete de pibes que ya los tenés identificados. Gente que decís: “no tengo ni idea de dónde nos conocen”. Igual venimos hace 10 años con esto, tiene una cierta lógica que alguien te conozca, pero tampoco que no podemos salir a ningún lado ni mucho menos. Siempre lo hablamos con el Ruso -comienza diciendo mientras se le marca la sonrisa en la cara acordándose de más cosas-, cuando tocamos en la costa, en San Bernardo, vamos a tomar un helado, que hay dos o tres heladerías nomás... “Hoy te vi en la playa, ey Pampa!”... Entonces nos decimos: “Bueno, nos tenemos que poner la careta porque no podemos salir” -y acá ya sí larga la carcajada-... Después no pasa nada, está todo tranquilo y está bueno. Siempre con los pies sobre la tierra y ser uno más, a mí no me interesa ser alguien distinto al resto.

-Algo relacionado con eso... ¿Qué les pasó cuando escucharon “La mañana...” sonando en el estadio de Mar del Plata?

-Uhh, eso fue una sorpresota! (exclama mientras le queda la sonrisa dibujada en la cara).

-De repente se encontraron con eso en la tele...

-Claro, estábamos en cualquiera, no sé si por comer o qué carajo y escucho el tema... “No creo que nadie de la banda tenga de ringtone en el celular una canción nuestra, sería demasiado... No. Alguien puso el disco, encima disco viejo...” Paso por la tele y veo que es de ahí. ¡Estaba en el estadio Mundialista! ¿Cómo carajo llego ahí? Hoy pasa que te avisan: “Che estoy en la cancha de Huracán y están pasando ‘Cuidando el empate’” o “estoy en la cancha de Argentinos y están pasando algún otro...” Creo que los temas de Pampa tienen como una cuestión futbolera. Uso muchas metáforas futboleras para contar algo que no tiene que ver con el fútbol. “Cuidando el empate” evidentemente no es el score de un partido de fútbol, tiene que ver con una actitud frente a la vida, del conformismo. Y nos pasan a veces en la cancha de Chicago, en la de Vélez, en la de Argentinos... Pero verlo ahí en el Mundialista... y aparte, teníamos amigos que estaban en la cancha, en Mar del Plata, y empezaron a caer los mensajes: “te estoy escuchando en la cancha”, o los que estaban en Capital, “che están en la tele”. Quedó bárbaro porque justo lo estábamos filmando (para el DVD).

-Hablando de fútbol ¿Hincha de qué equipo? O ya no lo podés decir por la fama...

-Nooo... Igualmente soy hincha de la mitad más uno, tampoco soy muy original. Creo que el cuadro del cual es cada uno tiene que ver mucho con la sangre. Si sos muy fanático de un club, tu hijo va a ser de ese club y no le va a importar cuántos campeonatos ganó, cuántos no ganó. Sino no habría hinchas de Racing o de Gimnasia. Creo que tiene que ver con la sangre, con lo que a uno le acercan de chiquito. En mi caso, mi abuelo era de Boca y yo me hice de Boca. Después tuve mi etapa súper fanatizada y durante la primaria y secundaria me sabía todas las formaciones, no solamente de Boca, de cualquier club. Después a los 23, 24 años amainó un poco. Igual sigo viendo los partidos o escuchando, pero no estoy tan dependiente de cómo le va o cómo le deja ir al equipo. Igual creo que el fútbol va más allá de lo que es el fútbol en sí. Un montón de actitudes en la vida se trasladan a la cancha o al revés, de la cancha vienen muchas cosas a la vida. Mismo en el rock.

-¿Ustedes lo ven eso en los recitales?

-Y... se vio. Ahora se ve menos... -por un instante pierde la seriedad que tomó porque el que entra ahora es el Bocha Otero, tecladista de Andando Descalzo, y las bromas en medio del saludo se hacen presentes, aunque no tarde en ponerse serio nuevamente- En el rock se vio eso, como que el rock pasó a ser un equipo de fútbol y no le hizo bien. Creo que se perdió el eje. Uno que va a ver a una banda o a un solista, paga una entrada para ver un hecho artístico. En otro momento, la gente pagaba una entrada para ver al de al lado haciendo bardo y no escuchaba ni lo que venía de arriba del escenario ni la propuesta de escena, nada. Eso era anecdótico, que es lo que le pasa a un tipo plantado en un paravalancha, de espaldas al partido y agitando al resto ¿Qué es lo que le importa del fútbol? El protagonismo, estar arriba de ese paravalancha digitando “vos cantás”. Como que a la gente se le subió a la cabeza que era la protagonista real y me parece que eso no fue bueno, porque ocasionó mucho quilombo. Parte de lo que pasó en Cromañón tuvo que ver con esa mirada, bajada inclusive muchas veces desde las bandas. Hay que hacerse cargo también de lo que el rock proponía. Hoy por hoy, hay un poco más de “voy a ver una banda, un espectáculo, la paso bárbaro, me entretengo porque vengo a ver una propuesta”. En nuestro caso la gente siempre lo entendió por ese lado. Somos una banda que no nos importó hacer mugre arriba del escenario. A veces, nosotros mismos nos decimos: “no podemos hacer un poco de mugre, no nos sale”. La realidad es esa. Querés hacer un punk y no te sale “2 Minutos”, te sale un punk a lo Pampa Yakuza. Somos así, bastante prolijos musicalmente y tiene que ver con cómo somos nosotros. No somos una banda súper bardo, el público que viene no es súper bardo y nuestra propuesta tampoco es “embardemonos”... El público nuestro tiene que ver con lo que la banda ofrece.

-Mencionaste lo de Cromañón ¿A ustedes cómo los afectó? Habían sacado un disco, al tiempo sacaron otro...

-A nosotros, Cromañón nos agarró en pleno crecimiento, aunque nunca dejamos de crecer por suerte, siempre hemos avanzado en pequeños peldaños. Pero nos agarró en esos momentos casi de quiebre para la banda. Nosotros estábamos tocando en un lugar donde terminamos llevando entre 500 y 850 personas como tope en los shows más convocantes. Para el 2005 teníamos un nuevo disco y pasó lo que pasó. “¿Y ahora qué hacemos?” nos dijimos, no habían más sucuchos ni clubes para tocar, nada. Y había que meterse sí o sí en una sala más grande. No estábamos tan concientes de lo que podía ser una movida en El Teatro por ejemplo, sobre los costos que se manejaban en el lugar. Como que Cromañón nos hizo agudizar la cabeza para ver cómo carajo reinsertarnos. Si a nosotros nos agarraba convocando 200 personas, creo que nos partía al medio porque no había lugares para tocar. Como nos agarró en un lugar más o menos... teníamos algo de olfato para ver qué inventábamos. Rompiéndonos el orto, pudimos tocar en El Teatro de Colegiales y meter ocho gambas en esa fecha. Pudimos reinventarnos y hacer que el público creciera. No había más lugares. La primera fecha del año nuestra, históricamente, es la más convocante. Volvimos de la costa y no sabíamos dónde tocar. Tuvimos que tocar en Martínez porque en Capital no había un lugar abierto y nosotros queríamos tocar y además teníamos que tocar por la gente que recién nos conocía, para que vea un show de la banda en serio. Porque tocamos en la playa que está bueno, pero no es un sonido súper y hay un montón de cuestiones que no se dan y queríamos hacer un show bueno y la verdad que no había donde hacerlo. Nos afectó porque no pudimos tocar tanto como en el 2004. Después volvés a reencaminarte, con todas las cosas que hubo. Pero estamos con ese pequeño crecer año tras año que nos viene acompañando la buena por suerte.

No sólo los acompaña “la buena” sino que la gente también y se va renovando cada vez más. Parte de ese público es aquel que tuvo la suerte de encontrarse a Pampa Yakuza en el estadio de All Boys, actuando como teloneros de Manu Chao. Algo que no se esperaba pero llegó, una especie de premio a tanto esfuerzo, tantos años y tanta música derramada por distintos escenarios. ¿Y ahora? Un par de fechas en Devoto, Olivos y quizás alguna otra para sí cerrar definitivamente el 2009.

Pero el 2010 vendrá acompañado por más música y parece que nueva. Además de la gira típica por la costa en el verano (en esta ocasión más corta que las anteriores) y algún toque posible en Comodoro Rivadavia, ya hay a la vista un nuevo disco. “Si llegamos, tiene que ser un año de composición para la banda, hacer temas nuevos, hace bastante que no mostramos canciones nuevas y también por eso el arreglo de la sala, para tratar de poder escucharnos mejor, de tener un lugar cómodo para poder componer” dice Saravia.

Además explica que “vamos a dedicarnos a hacer canciones porque no tenemos que perder de vista eso. Somos una banda que hace música y que está bueno hacer temas, no sólo para la gente, sino también para nosotros. A jugar un poco de vuelta.”

-Rompen con los dos años...

-Rompemos con la hegemonía de cada dos años un disco nuevo y vamos a tratar de tener uno de estudio con canciones nuevas. El objetivo está, después si llegamos o no, veremos, pero la idea es, si están las canciones, que se las pueda grabar para el año que viene.

El público que los vio por primera vez hace más de 10 años, el que los vio en alguna playa, el que los vio infinidad de veces con los Andando, el que los vio telonear a Manu Chao, el que los vio en el Teatro de Colegiales cuando grabaron el DVD y todos aquellos que se sumarán pronto a la familia Yakuzera, agradecidos.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Teatro Terrafirme

Noche aborigen en Paso del Rey

País Aborigen presentó un show renovado con nuevas versiones de sus temas en un acústico. El final del recital volvió a la normalidad con sus ritmos de siempre. Dos funciones llenas sirvieron para darle más calor y color a la noche.

“Otra vez llegan las aguas a Paso del Rey...” Una hora después, como una especie de profecía, las gotas comenzaban a caer desde el cielo, ese mismo cielo que fue testigo de los saludos, abrazos y de la alegría de todo País Aborigen luego de terminar dos funciones a sala llena en el Teatro Terrafirme.

Antes de esa frase, una de las últimas de la noche, por supuesto que hubo mucha música, versiones y reversiones de temas propios, ajenos y especialmente buena onda sobre el escenario. Por su parte, el público en ambas funciones comenzó algo frío, quizás observando con atención lo que ofrecía la banda, que era algo muy distinto a lo que venían haciendo por cierto.

La propuesta estaba hecha y los ensayos se vieron reflejados. La primera media hora del recital estuvo acompañada por melodías algo distintas a las habituales. “Mentiras” fue el puntapié inicial para el acústico a realizar. Ariel Reina, el cantante, salió a escena solo y con la guitarra se plantó ante las más de cien personas presentes, explicando la idea de la noche. Un telón blanco de fondo y unos televisores con lluvia en la imagen eran los únicos acompañantes hasta ese momento.

Aplausos y nuevos músicos al escenario. Ariel Acuña agarró la guitarra y Nora Esain, tecladista de Polanda y principal invitada de la noche, también se sumó para tocar “Llegan las aguas”. Los nuevos aires que le otorgaba el sonido del teclado a la banda, servían para darse cuenta de la acertada incorporación de este instrumento para la noche. Con esa especie de electro-acústico iba tomando color y más calor el teatro, porque los ventiladores de techo giraban en vano y parecían parte de la escenografía. De tirar un poco de viento ni hablar.

Una nueva renovación para que se incorporen Matías Rodríguez Vives en la guitarra y Sergio Tedesco en percusión. Llegó el turno de “Yendo pa’ mi lugar” (dedicado de parte del percusionista hacia sus compañeros), para luego dejarle el camino a uno de los temas más reversionados: “El halcón”. Esta canción llenó de aplausos la sala al ritmo de la chacarera.

El primer tema con los seis integrantes de la banda sobre el escenario fue “No hay más”. Martín Piñero en la batería y Gustavo García en el saxo, le aportaron una mayor profundidad a las melodías en lo que restaba de la primera parte del recital. Siguió “Luckeas” y después los más ovacionados de este acústico: “Tirano” y “Latinoamérica”. El primero de éstos con Norberto Haertel como invitado en la trompeta.

La tardanza en empezar el show por problemas de sonido no impidió que los músicos estén sueltos y con ganas de hablar entre ellos y con el público. Hubo un pedido de disculpas que se repitió en la siguiente función y luego una breve pausa para descansar pero no para reír.

Llegó el turno de los actores que acompañan siempre a la banda para entretener a los espectadores y para renovar el recital. Otra vez en escena, País Aborigen volvió a mostrar lo que venía haciendo. “Reggae”, “Energía” y “Emigrar”, fueron el puntapié para reafirmar el porqué de tanta convocatoria en cada show que brindan. Los vientos sonaron muy bien, al igual que todos los instrumentos (a pesar de algún que otro acople).

Como ya se viene haciendo costumbre, no podía faltar la versión aborigen de “Track-Track”, mitad español y mitad portugués, también muy cantada por la gente, que a cada tema que iba pasando, más se iba exaltando. “Funky” y “Paisa.n.o.” le dieron pie a “La misma vida”, y como no podía ser de otra manera, el momento esperado fue cuando Tedesco agarró el micrófono para decir que “este sistema no te deja respirar, te ahoga, te sofoca, te tira para atrás... te compra, te vende, te quita humanidad, te mata, te miente!”, en medio de su baile ya característico.

Se acercaba el fin y volvieron con un cover que ya lo habían tocado en Frida Bar hace poco más de un mes. José Luis Perales se debe sentir orgulloso de tan buena versión de “Te quiero”, claro está, lejos de ser una balada, País le estampó una impronta rockera. Ahí se hizo sentir toda la gente que acompaña a la banda desde hace tiempo y que ayudaron de distintas maneras en este recital denominado “Increcendo”.

Sonó “La estrategia” con Piñero y Tedesco ganándose una gran cantidad de aplausos después de mostrar sus virtudes en la percusión, apenas terminado el tema, para volver a tocar “Llegan las aguas”, esta vez en su versión original.
El calor ya era bastante pesado y las puertas del teatro se abrieron para refrescarse en la calle. Era la 1.10 cuando terminó la última función y los aplausos en esta ocasión iban dirigidos para todos los paisanos.

Ya entre la gente (familias, amigos, seguidores, etc.) le hicieron saber a Tedesco que parecía un chico al estar tocando, bailando y cantando, para que él responda lo que seguramente toda la banda siente: “Es que disfruto estar arriba del escenario”. La gente sin dudas también disfruta que ellos estén ahí arriba.

martes, 20 de octubre de 2009

Entrevista a Facundo Acuña

“Somos cabeza dura”

Uno de los directores de la radio comunitaria FM En Tránsito, explica las razones de seguir con el proyecto a pesar de los problemas económicos. Además repasa su historia en la cooperativa, los objetivos de ésta y da su opinión sobre la nueva ley de medios.

“Esta es mi oficina”, dice con una sonrisa mientras pasa a sentarse en la cocina del departamento desde donde funciona FM En Tránsito, a un par de cuadras de la estación de Castelar. Facundo Acuña, uno de los directores de la radio se dispone a hablar en un día especial. En la televisión se ve el debate en la Cámara de Senadores acerca de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y teniendo en cuenta que se trata de una radio comunitaria, no hay dudas que la expectativa en el lugar sobre el tema es demasiada.

Sin embargo, comienza hablando de cómo llegó a trabajar ahí. Con 26 años, tiene el cargo de uno de los mayores responsables de la emisora pero es algo que mucho no se tiene en cuenta, ya que deja bien en claro que “se trabaja mucho desde la horizontalidad, acá no hay personas que den órdenes”.

Hace siete años que comenzó su carrera en la radio y un tiempo después que se decidiera cambiar la conformación de la dirección en el 2006, empezó a ocupar su cargo actual. Aunque también aclara que a lo largo de los 22 años de existencia del medio siempre se trató de seguir una misma línea. “Nosotros venimos acumulando una base de laburo desde hace algunos años. Ahora nos toca a nosotros cosechar ese laburo, llevarlo adelante de la mejor manera posible”, explica.

Llegó junto con algunos compañeros de estudio llevando un demo, comenzaron con un programa los sábados por la mañana que se fue expandiendo hasta llegar a uno semanal y hoy es uno de los principales de la emisora: “En Otras Palabras”. “Fuimos aprendiendo un montón de cosas acá, hicimos caminos similares. Tenemos una coherencia entre lo que pensamos y eso es producto de haber laburado juntos bastante tiempo”, dice sobre su compañero de dirección, Patricio Riveros.

Por todo ese trabajo a lo largo de los años, resalta muchos aspectos positivos de la radio: “la cooperativa es exitosa en muchos ámbitos. Es exitosa para capacitar a la gente que viene, a la hora de sacar una revista todos los meses, que la radio tenga una programación semanal todo el año, a la hora de crear y laburar con otras organizaciones y radios”.

Pero así como pasa en la mayoría de lo medios de comunicación más pequeños, FM En Tránsito no es la excepción y Acuña lo explica claramente: “Hay una pata de todo esto que hace que no sea exitosa, que es fundamental y es la cuestión económica. Históricamente este proyecto fracasó y aún hoy fracasa en lo económico porque no somos capaces de generar los recursos necesarios para los que laburan acá, que tengan una remuneración adecuada, que no sean sólo colaboradores y que sí sean trabajadores”.

Además agrega que es importante “para que este proyecto crezca físicamente, que no sea sólo este departamento, que haya un lugar más grande y que las herramientas tecnológicas estén más desarrolladas. Desde el punto de vista comunicacional, puede gustar o no, pero es exitosa a la hora de plantar una programación todos los días y eso se mantiene por el esfuerzo de mucha gente. Ahora, si lo planteamos desde lo económico, fracasa desde hace 23 años”.

A partir de este punto para nada menor es donde encuentra las principales diferencias con los medios más grandes. “Pasa por ahí, no tienen problemas económicos, sino que los generan a propósito. Pudiendo garpar mejores sueldos, no lo hacen”, argumenta sin quedarse sólo en eso sino que va más allá en cuanto a la diferenciación.

“Pudiendo tener discusiones acerca de lo que un periodista decide escribir o quiere contar, tampoco lo hacen. Sino que el periodista se tiene que acoplar a lo que el medio le impone. Las decisiones acá son más en conjunto y no que hayan personas que vengan a dar órdenes. Si no les podemos pagar un mango y viene un tipo a decir ‘esto se hace así’, ahí el proyecto fracasaría”, explica aumentando los contrastes con los otros medios. Y agrega que “la radio comunitaria pertenece a una comunidad, viene a raíz de democratizar una palabra. Un medio masivo lo entiende como una empresa que genera recursos y dividendos”.

Después de 23 años de existencia, la cooperativa tiene sus objetivos a futuro. Lo que se plantean sus integrantes es hacer un análisis de todos estos años para ponerse de acuerdo hacia dónde apuntar para seguir creciendo. Pero quizá lo más importante es que existe el consenso de que no es sólo una radio y una revista, sino que el proyecto cada vez crece más y “merece ser una empresa social”, en donde la gente que vaya pueda discutir y participar.

Sin embargo, estos objetivos siempre siguen ligados al factor económico y el director no apaga la alarma: “Es una discusión constante la generación de recursos porque cada vez estamos más cerca de un límite en el cual ya no vamos a poder crecer más con esta lógica de trabajo que tenemos. Si esa pata de autogestión no se desarrolla adecuadamente, nos vamos a encontrar en un callejón sin salida”.

Así como entre los medios se encuentran diferencias, entre la audiencia de cada uno también las hay. Este año, a través de un focus group con los oyentes y de una convocatoria abierta, pudieron acercarse aún más con ellos. En su mayoría eran estudiantes universitarios, docentes, vecinos y músicos de la zona, que les mostraron lo que les gustaba y lo que no de la radio.

Cuando se le pregunta a Acuña si era el público al que se le había apuntado desde un primer momento, se enorgullece afirmándolo. “Lo que pasa que cuando te encontrás con una persona que te dice ‘yo los escucho todos los días y esto me parece bien, me parece bárbaro’ y empezás a tener una respuesta muy precisa acerca de lo que uno hace es que realmente nos escucha y nos presta atención”, explica y sigue diciendo que “la radio que hacemos, a donde apuntamos, no va para una jubilada. Puede escucharla, pero no creo que le guste mucho Led Zeppelin a las diez de la mañana y que le interese escuchar las cosas que decimos. Probablemente se sienta más cómoda escuchando Radio 10”.

Mientras tanto, las imágenes en la tele seguían mostrando a los senadores debatiendo y el titular del canal Todo Noticias hacía que el director de la radio aclarara que “no es una ley K. Nosotros participamos de la Coalición, de la confección de los 21 puntos, de los 24 foros como AMARC (Asociación Mundial de Radios Comunitarias), de las modificaciones que se fueron haciendo, cuando se presentó el anteproyecto a pesar de que fue un acto peronista. Estuvimos dentro de las comisiones de diputados y senadores, planteando argumentación de por qué se debería sancionar la ley. Todo ese proceso nos lleva a decir que no es una ley K, por la cantidad de actores que estuvieron involucrados en la propuesta”.

“Cuando se fundó la radio, se estableció que queríamos pensar en una comunicación democrática. Esto viene a un reconocimiento a un montón de años de laburo, con propuestas, proyectos que ninguno llegó a este punto. Me parece que es un momento único, que la democracia esté hablando de esta cuestión”, argumenta mientras otros periodistas de la radio entran a la “oficina” a calentar agua para tomar mate.

Pero a su vez lamenta que se hable poco de la importancia en cuanto a lo comunicacional y que se establezca más que nada como un conflicto de intereses entre el gobierno y un grupo empresarial multimediático. También resalta de manera negativa los argumentos que se utilizaron para denigrar esta ley: “Hace muchos años Telefé y Canal 13 eran del Estado, hoy no lo son y sin embargo no desaparecieron. Ningún canal va a desaparecer”. A lo que agregó: “Cuántas radios comunitarias se cerraron en estos años y nadie dijo nada. Cuántos canales desaparecieron porque los mismos grupos los compraron en el interior del país y no pasó nada”.

“Se miente abiertamente sobre muchas cosas que la ley no dice. Se llegaron hasta puntos que a mí me sorprendieron”, dice acerca de que se utilizaron los nombres de periodistas fallecidos como Adolfo Castelo o Néstor Ibarra, que supuestamente estarían en contra de la ley, aunque posteriormente los familiares de ellos salieron a decir lo contrario.

Entiende que los multimedios protegen su economía y quieren seguir obteniendo la misma ganancia que tuvieron hasta ahora. “Cada uno defiende los intereses que le conviene. Los grupos defienden intereses económicos, nosotros defendemos un derecho humano que es la comunicación”, afirma.

Las radios comunitarias comenzaron a existir durante la década del 80. Muchas de ellas tuvieron que dejar de salir al aire porque se hizo muy difícil poder sostenerlas, especialmente por lo económico. FM En Tránsito también tuvo sus momentos en los cuales estuvo cerca de desaparecer. En 1987, cuando se fundó, eran 14 socios y cuatro años más tarde sólo quedaron tres. “En ese momento se evaluó la posibilidad de cerrar la radio, no había programas, era nada más que música, había deudas por todos lados”, explica Acuña.

Esa deuda se originó debido a un préstamo adquirido para comprar el departamento desde donde se transmite actualmente y se propusieron en ese momento no retirar dinero hasta que se terminara de pagar el mismo. Por ese motivo la mayoría de los socios decidieron irse. Las opciones que surgieron no eran muchas: “era vender todo y repartirse la guita que les dejaba eso o seguir adelante. Siguieron adelante. Después de eso la radio ha crecido mucho. Fue una decisión que hizo que esto hoy siga existiendo”.

A pesar de las diferentes crisis de los últimos años, la cooperativa siguió existiendo aunque aclara que “hay momentos en que se está mejor y otros en que no. Sin embargo seguimos, somos cabeza dura”.

Mientras ya está al aire el programa “No Tan Distintos”, Facundo Acuña deja en claro una vez más el propósito de seguir con la radio y con los objetivos que se plantearon desde un comienzo y la manera de seguir adelante: “Nada es absoluto para este proyecto. Siempre están en discusión las cosas y hay decisiones que tenemos que tomar, que pueden costar más o menos, pero se trata de llevarlas adelante de la mejor manera”.

domingo, 11 de octubre de 2009

Noche de rock y reggae en Frida Bar

País Aborigen en Padua

La banda de Paso del Rey se presentó desplegando un muy buen show con sus diferentes ritmos latinoamericanos, que duró algo más de una hora con temas de su primer disco y algunos nuevos. Otra banda amiga, Polanda, había abierto la noche.

El cese de temas que sonaban de fondo en el bar indicaba que la música en vivo iba a empezar. Pero para ver a País Aborigen en acción había que esperar un rato. Pasados diez minutos de la medianoche comenzó a tocar Polanda. Frida Bar ya estaba lleno y los que estaban en el patio interno de la galería comenzaron a entrar para verlos actuar. Con la ya clásica columna en el medio, justo delante del escenario, algunos se habrán perdido varias imágenes del show, por eso cada uno trataba de buscar una buena ubicación y disfrutar de la mejor manera la noche.

Durante casi una hora mostraron su música, en su mayor parte con momentos de rock aunque también dejaron espacio para notar sus influencias de brit pop y candombe por ejemplo. Con melodías armoniosas guiadas por las guitarras que sonaban bastante bien, sin restarle importancia al bajo, al teclado y a la batería.

El momento más interesante fue un segmento en donde tocaron pedacitos de varios covers y de los más variados, entre los que se encontraban “Take me out” de Franz Ferdinand, “Last train to London” de Electric Light Orchestra, “Seven nation army” de The White Stripes, como así también temas de las películas de Misión imposible y de Rocky. Luego de esto, algunos problemas con los micrófonos quedaron de lado y se ganaron varios aplausos al finalizar su show.

Después de unos minutos para acomodar el escenario, cerca de la 1.20 comenzó lo más esperado. País Aborigen ya estaba listo para tocar y los acordes de guitarra de “Latinoamérica” empezaron a sonar, quizás el tema que más representa lo que hacen, con la música y la letra en forma de protesta. “Después de más de cinco siglos, la historia no pretende cambiar. Globalización o barbarie, la mentira se vuelve a escuchar”, es lo que anuncia la canción, justo un par de días antes que se conmemore un nuevo aniversario de la conquista de América.

Con un público que de a poco va creciendo, mediante el boca a boca y ayudado por la difusión a través de internet, más los que siguen a la banda desde sus inicios, siguieron con algunos temas nuevos que van mechando en los últimos shows y que sirven de antesala a lo que será un futuro disco.

También hubo momentos para algunos covers. Así como en la presentación de su primer CD en el Teatro Marechal de Moreno, tocaron “Manuel Santillán, el león” de los Fabulosos Cadillacs y “Desapariciones” de Rubén Blades, en esta ocasión también sonaron letras de otros artistas. Primero fue el turno de “Track-track” de Fito Páez, que ya lo habían cantado en el Centro Cultural de Padua y en la Plaza Buján de Paso del Rey, hace algunas semanas.

Pero tal vez la más sorprendente fue la versión rockera de “Te quiero”, perteneciente a José Luis Perales. En su momento Attaque 77 también había adaptado una canción del artista melódico y País Aborigen no se quedó atrás y ofreció una notable composición musical del tema, en medio de otros llenos de reggae, rock y demás ritmos latinoamericanos.

Con alrededor de 100 personas que se hicieron presentes en el lugar la noche musical iba llegando a su fin. El calor dentro del bar se iba sintiendo cada vez más y se notaba en los músicos ya transpirados de tanto tocar y de tanto soportar las luces cercanas. Eran las 2.30 cuando sonó “La estrategia” y por lo tanto se preveía el final, si antes tocar un bis para cerrar el recital.

Cada vez más aceitados en cuanto a lo musical y con más llegada al público, País Aborigen sigue creciendo y quiere terminar el año con todo. La próxima presentación será en el Teatro Terrafirme de Paso del Rey donde habrá algunas novedades. Un show electro-acústico es lo que se propusieron para ese día así que será una buena oportunidad para verlos incursionar con otras melodías plasmadas a sus letras.

La música latinoamericana sirvió para fusionar a esta banda y darle una identidad propia. Hoy en día y luego de un par de años de existencia y algunos cambios en la formación, quiere terminar de consolidarse a pura música. Con recitales como este, va por buen camino.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Recital de Pampa Yakuza y Andando Descalzo

Fiesta garantizada

Las bandas del oeste se presentaron en San Justo ante casi 500 personas y brindaron un show que duró hasta la madrugada. Música, baile y mucho calor para una noche fría.

La noche del viernes le tocó a dos bandas imponer su música en Circus, ante casi 500 personas y demostraron que no les pesó la mirada de Alejandro Sokol en una ya clásica imagen de fondo del lugar. Pampa Yakuza y Andando Descalzo se presentaron otra vez juntos para tocar durante más de tres horas, en San Justo.

La banda de Liniers, Pampa Yakuza, abrió su show con “La mañana del mañana”, el mismo tema con el que abre su reciente DVD en vivo “Naturaleza Revivir”.

Enseguida aparecieron los globos de distintos colores y pedazos de diarios simulando papel picado entre el público para que, desde abajo del escenario, se aumentara el entusiasmo y la alegría.

Con Hernán Saravia siendo la voz cantante, los temas fueron pasando y los ritmos se iban fusionando y contagiando cada vez más entre la gente, en su mayoría jóvenes. El charango, los instrumentos de viento y las guitarras no paraban de sonar y por lo tanto, el público no paraba de cantar y saltar. Y saltaron aún más con el último tema, “Carnaval para tu desconsuelo”, ya con todos los integrantes de la banda mezclados entre la gente.

Descanso merecido para aflojar las piernas y Andando Descalzo que salió al escenario. Si hasta ese momento había mucho entusiasmo, cuando arrancó la banda de Mataderos se multiplicó, ya que terminaron tocando casi dos horas. El cantante Juani Rodríguez arengaba a la gente en cada tema con su habitual postura histriónica sobre el escenario y que deja a un lado cuando baja de él y habla con cada uno que se le acerca.

Durante la noche también hubo un momento para la reflexión. Se cumplieron tres años de la desaparición de Julio López y la mención se hizo inevitable. Lo mismo pasó con el pedido de justicia y esclarecimiento sobre el caso del chico desaparecido Luciano Arruga y de los jóvenes recientemente encontrados muertos Jonathan Lezcano y Ezequiel Blanco. Por eso, puede ser que se gritó bien fuerte el “maldita policía, tirando a matar...”, letra de uno de los temas de Pampa.

El recital siguió y para terminarlo como una fiesta, Juani, durante el tema “Marinero”, se tiró sobre una marea de gente que lo llevaba de un lado a otro, hasta que la mayoría terminó en el suelo.

A punto de llegar a las cuatro de la mañana el show llegó a su fin, que podría haber terminado antes si el mismo hubiera comenzado a la hora señalada y con el frío de la noche, muchos chicos tuvieron que buscar un refugio momentáneo. Sólo un detalle que fue olvidado ni bien empezaron a sonar los primeros acordes.

Se viene dando seguido el poder ver a estas dos bandas tocando juntas, así como pasó durante la gira por la costa atlántica en el verano y como volverá a suceder en noviembre en el Teatro de Flores, fecha y lugar para cerrar el año.

Así que el que quiera divertirse, saltar, cantar y escuchar muy buena música, ya lo saben, no se puede dejar pasar esa oportunidad que se avecina en poco más de un mes. Rock, reggae, ska, cumbia y demás ritmos para moverse bastante. Pampa y Andando juntos:
sinónimo de fiesta.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Del Potro campeón del US Open

El sueño hecho realidad

El tandilense se consagró en el último Grand Slam del año y sigue soñando. Luego de derrotar a Roger Federer se viene el Masters y el objetivo mayor: destronar al suizo del primer puesto. Tiene con qué.

Todos los condimentos estaban dados para que el sueño se le cumpliera. Enfrente se encontraba el Nº 1 del mundo, Roger Federer; el torneo que se jugaba era el US Open y llegaba a la final luego de disputar el mejor partido de su vida ante Rafael Nadal, tal como lo declarara él mismo. Juan Martín Del Potro sólo tuvo que despertarse del sueño y hacerlo realidad. Así se llevó el último Grand Slam del año y entró en la historia grande del tenis.

No la tuvo fácil y era imaginable teniéndolo a Federer del otro lado de la red. Es más, el partido lo tuvo bastante complicado al comienzo y se notó en el primer set cuando intentaba darle a la pelota con fuerza y esa fuerza volvía multiplicada desde el otro lado, a modo de respuesta.

También son ingredientes que quedarán para el recuerdo y que harán más heroica la consagración. Su primer gran título y el cuarto argentino en ganar un torneo de esta magnitud. Las páginas apenas se empiezan a escribir sobre este jugador, todavía queda mucho por recorrer y su historia seguirá aumentando.

El segundo set era una prueba más que importante para ver si Del Potro realmente estaba a la altura de la circunstancia. Llegó al tie break y se lo llevó con lo justo. Los nervios jugaban y el fastidio ante cada punto perdido aumentaba. Así el suizo se puso un set arriba y con la gran posibilidad de quedarse con el partido pero también él es humano y lo demostró con la bronca sumada al miedo a que se le escapara el juego cuando insultó al árbitro, quejándose de la tardanza en pedir la revisión de los fallos por parte del tandilense.

Ya con el partido totalmente distinto a lo que fue el comienzo, Del potro tenía su gran oportunidad. Otro tie break para quedarse con el cuarto set y directo al último para definir quién era el ganador.

A esa altura, su tenis era el mejor de todos y no había dudas. Unos instantes después, se encontraba besando la copa mientras el Nº 1 lo miraba atentamente. Fue 6-2 para Del Potro y la gloria que se le fue encima, tanto que lo derrumbó al suelo con lágrimas en los ojos. Había cumplido su sueño y estaba bien despierto.

Pasaron cinco años desde que Gastón Gaudio levantara el trofeo de Roland Garros en París, el último argentino en llegar a la misma instancia. El llanto fue similar, la emoción y la alegría también. La misión de destronar el reinado de Federer en Nueva York, no era nada fácil ya que había ganado los últimos cinco títulos del US Open y de las 21 finales que disputó de Grand Slam ganó 15. “Su nivel no me sorprende”, dijo al finalizar el torneo, el número uno sobre Delpo, dándole los méritos justos al ganador.
A partir de hoy volverá a ocupar el quinto puesto en el ranking y con ambición de más. Se aseguró un lugar en el Masters de fin de año, un monto de billetes verdes más que importantes, un auto de marca, pero especialmente, demostró que está para grandes cosas y que luchará por eso.

Con 20 años le mostró al mundo que puede enfrentarse con Nadal, con Federer o con cualquier otro y ganarle. El próximo objetivo será obtener el Masters, torneo que reúne a los mejores tenistas de la temporada. ¿Llegar al primer puesto del ranking? Con mezcla de exitismo y realidad, el otro interrogante sería, ¿Por qué no?

martes, 4 de agosto de 2009

Cuento

Horas decisivas

-¿Pero vos sabés si es cierto?

-¿Qué cosa?

-Sabés de lo que te digo, todo lo que se dice...

-No... bah, no se... ¿Qué querés que te diga? No tengo idea.

-¿Y si ganamos qué pasará?

-No se...

En realidad no sabían, pero por sus cabezas pasaban infinidad de cosas. Sí sabían de las cosas que se hablaban en Argentina, sí sabían de la ola de rumores que corría por Buenos Aires, de una cantidad numerosa de desaparecidos, de muertos. Ya con eso les alcanzaba para que el miedo se apoderara de ellos.

Sólo tenían que jugar un partido. Claro, ese partido era ante Argentina y en un mundial. Si llegaban a ganar ni se querían imaginar lo que les podía pasar. La verdad es que estaban muy perseguidos, y razones les sobraban. Es cierto que no tenían ningún dato concreto de esos rumores, pero les bastaba con eso para que la duda de qué es lo que tenían que hacer dentro de la cancha los invadiera.

-Vos escuchaste eso otro que dicen...

-¿Qué otra cosa?

-Lo del cargamento... de trigo creo...

-Si... Pero no se nada.

-¿A vos no te dijeron nada?

-¿De eso? No, nada.

Los rumores seguían creciendo y el partido se acercaba. Nadie se imaginaba una eliminación argentina de su propio mundial. Los cuatro goles que tenía que hacer el equipo de Menotti no parecían algo raro. ¿Para los jugadores peruanos también?

-Bueno, igual llegando hasta donde llegamos nadie nos puede decir nada, que se yo.

-Si, tenés razón. ¿Una derrota acá, qué nos cambia a nosotros? Es más, en Perú nos van a recibir bien supongo.

-Si, seguro ¿Por qué no?

-¿Vos viste a alguno de los militares de acá?

-No, a ninguno. ¿Por?

-No, te pregunto nomás. Los vi en la televisión y la verdad que un poco de miedo dan. Al menos por todo lo que se dice.

-Si, es verdad.

-En realidad hoy había gente en el hotel... No sé quiénes eran, estaban hablando con los dirigentes...

-Vos lo decís por lo que se está hablando...

-No no, por nada. No se. No se nada.

-Ah, esta bien.

-...Nos tienen que hacer cuatro goles...

-Si... cuatro.

Los dos se quedan mirando entre ellos, miran la ventana, miran la nada. No saben dónde mirar. En realidad no saben qué hacer con el partido.

-Vos sabés que no me siento muy bien.... Tengo un dolor en el estómago que ya no lo soporto.

-¿Ah si? Bueno fijate. Hablá con el médico a ver que te dice. Yo estaba por ir a verlo, porque me está molestando mucho el aductor. No le dije nada al “profe” porque quería jugar, pero si me duele mucho no se... Voy a ver que me dice el médico también.

-Y sí, no es cuestión de arriesgar. Si estás mal lo mejor es que juegue otro que esté mejor. Además si pasamos esta fase podemos jugar más adelante.

-Si... Bueno, voy con el médico. No sea cosa de que me haya desgarrado, porque me está tirando mucho la pierna.

-Está bien, yo seguro que vaya dentro de un rato también.

Ninguno de los dos tuvo que ver desde adentro de la cancha cómo le metían un gol tras otro hasta llegar a la media docena. Al otro día, los dos se encontraban cómodos y tranquilos en su país.

miércoles, 15 de julio de 2009

Enfrentamientos en Latinoamérica

Cuando acusan de culpables a los indígenas...

La lucha por sacarles sus tierras y sus recursos, dejó gran cantidad de muertos y ya se hizo costumbre. Los abusos contra los aborígenes son innumerables y ellos pelean por defender sus derechos.

Las luchas por las tierras en Latinoamérica se vienen sucediendo mes tras mes, año tras año, década tras década y siglo tras siglo. No son nada nuevas estas disputas y los protagonistas de estas luchas son siempre los mismos. Por un lado, aquellos que quieren seguir teniendo lo que les pertenece, esas tierras que desde épocas ancestrales vienen trabajando. Por el otro, aquellos que quieren apropiarse de ellas de la manera que sea.

El conflicto que se dio en Perú es una muestra clara de esto. Los indígenas reclamando por sus derechos hasta las últimas consecuencias, mientras que los policías reprimían sin ningún tipo de arrepentimiento. Con los decretos finalmente derogados, la situación en este país parece calmarse. Demasiado tarde teniendo en cuenta las más de 50 muertes que se produjeron por estos enfrentamientos.

El Presidente peruano, Alan García, se refirió al tema luego de la anulación de las leyes. “No hay que tener temor por estos conflictos si el país avanza, pero evitemos la muerte y el dolor que son irremediables; y si ocurrieron, rectifiquemos, reconciliemos y recomencemos”, dijo a modo de desentendimiento sobre todo lo sucedido.

Los campesinos de la región de la Amazonía defendían sus tierras, pidiendo la derogación del paquete de leyes que afectaban a estas, a los hidrocarburos y a los biocombustibles de la zona. Este decreto se debió a las negociaciones que se llevan a cabo dentro del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Perú.

Este caso es el más sangriento de los últimos tiempos. Evo Morales, Presidente de Bolivia, dijo que “lo que pasó en Perú, es el genocidio del TLC, la privatización y entrega de las selvas amazónicas, latinoamericanas, a las transnacionales”.

Aunque no en todos estos casos llegan a producirse tanta cantidad de muertes, la agresividad con que intentan sacarle sus pertenencias es muy alta en la mayoría de las ocasiones.

Hace unos días, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), visitó el país de Guatemala y realizó un informe sobre las violaciones de los derechos. El resultado muestra que la impunidad alcanza el 98 por ciento. Además, señala que existen alrededor de 200.000 desaparecidos, ejecuciones extrajudiciales, violaciones y genocidios durante el conflicto armado contra los pueblos indígenas. De ese total, el 83 por ciento de las personas pertenecen a la etnia maya.

En Uruguay se decidió que cada 11 de abril se conmemore como el “Día de la memoria”, ya que en esa fecha del año 1831, se produjo una matanza de indígenas por parte del gobierno, recordada como “La masacre de Salsipuedes”. Lo que falta en los demás países, es justamente memoria, para recordar hechos como este y que no vuelvan a pasar. Aunque es posible que los intereses sean demasiado grandes.

Las luchas por las que tuvieron y siguen teniendo que atravesar las comunidades aborígenes son innumerables y pocos países, como escenarios, son las excepciones de estos conflictos. En la provincia argentina de Santiago del Estero, existe el Movimiento Campesino de Santiago del Estero - Vía Campesina (Mocase-VC) y convive con estas peleas desde hace casi 20 años.

Hace algunas semanas, 23 personas de esta comunidad fueron desalojadas de sus tierras y no de manera pacífica. “Les quemaron las pertenencias, todos los corrales, procediendo a destruirles las viviendas”, es lo que explica el comunicado del Mocase-VC, con respecto a este hecho. Además perdieron una gran y diversa cantidad de animales que criaban.

“Los Ingenieros Osvaldo González y Alfonso Héctor Tricárico, miembros de la actual delegación de la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, se presentaron identificándose como referentes del Programa Social Agropecuario”, expresa la organización, marcando a estos funcionarios provinciales como los responsables que quieren quitarles sus tierras.

Pero, como en la mayoría de estos casos, la policía sólo cumple órdenes de superiores. En la misma provincia, hace un mes, estuvo detenido 20 días Miguel Rodríguez, de 67 años, por orden del juez de Añatuya, Álvaro Mansilla. El cargo con el cual se lo inculpaba era de “robo calificado”, cuando fue él, el que llevó a cabo una denuncia por robo de animales de su propiedad, siendo un habitante ancestral de la zona.

Luego de que más de un centenar de personas se movilizaran pidiendo su liberación, entre organismos de derechos humanos, campesinos y organizaciones sociales, el juez lo dejó en libertad.

Hechos como este se suceden muy seguidos y pocos salen a la luz. Es notorio cómo las fuerzas y los poderes que ostentan cada parte es lo que se termina imponiendo en varios de los casos. Y en muchos de estos también se encuentran presentes los abusos que hacen de los indígenas, aprovechándose por ejemplo, del poco peso que tienen éstos en los medios de comunicación.

Todo esto se nota en las causas en las cuales se los juzgan y las condiciones de encarcelamiento. La mayoría de los delitos son por usurpación de tierras.

En Chile, a partir del 2001, con el gobierno de Ricardo Lagos, estos casos pasaron a estar en manos de la Justicia. Y la Ley Antiterrorista es la que se aplica en algunos de estos casos, una ley heredada de la dictadura militar (1973-1990) y que había sido creada para perseguir opositores políticos.

Como pasa actualmente con la Ley de Caducidad en Uruguay o la Ley de Amnistía en Brasil, en Chile también hay legislaciones decretadas por los regimenes militares que aún siguen vigentes.

Rodolfo Valdivia, codirector del Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas de ese país, recordó que durante la campaña electoral, la actual presidenta Michelle Bachelet, “prometió que no se iba a aplicar la Ley Antiterrorista en causas que estuvieran involucrados miembros del pueblo mapuche”.

Sin embargo, en febrero de este año, Miguel Tapia Huenulef, perteneciente a esta comunidad, fue detenido y acusado bajo esta normativa. No fue el único, ya que durante la presidencia de Lagos, más de 30 personas también fueron sometidas a juicio debido a esta ley.

Los abusos siguen y son variados. En México, según la organización gubernamental Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), la mayoría de los aborígenes que se encuentran detenidos, son aquellos que no tienen posibilidad de pagar una fianza o cumplir con la “reparación del daño”, tal como la llaman en ese país.

El abogado de la etnia nahua, Gilberto Rivera, le dijo al medio periodístico ipsnoticias.net, que muchos de los indígenas “están presos simplemente porque no hubo un traductor y un abogado que les explicara bien de qué se les acusaba. Eso está cambiando, aunque lentamente".

Volviendo a la Argentina, la policía de Santiago del Estero ya tuvo varios episodios de enfrentamiento contra los integrantes del Mocase. Durante la celebración de una fiesta popular, en agosto del año pasado, había interceptado a 4 personas, a las cuales se las detuvo sin ningún justificativo.

Todas fueron golpeadas y Luis Paz fue el que más sufrió esto, ya que los oficiales le decían “que él era un cabecilla del Mocase, uno de los que para topadoras, de los que quitan armas, de los que no dejan trabajar a las empresas forestales", según un comunicado de la organización aborigen.

En la provincia de Salta también hay conflictos con los indígenas de esa región. Los intereses por deforestar la zona por parte de grandes empresas, acompañadas por algunos políticos, son tan grandes en cantidad, que ya dejan de ser casualidades y se transforman en causalidades.

El chaco salteño es una de las zonas más perjudicadas por este motivo. Los más afectados son las comunidades que viven allí. La explotación maderera, la minería y la construcción de rutas y puentes, son algunas de los objetivos de estas empresas.

Paradójicamente, estas provincias se entrecruzaron, o mejor dicho, la policía salteña cruzó e irrumpió en tierra santiagueña a principio de año para detener, amenazar y reprimir a un grupo de campesinos. Mientras esto sucedía, el destacamento policial de Santiago del Estero más cercano al paraje donde se produjo el hecho, permanecía cerrado por esos días.

La defensa de los indígenas contra aquellos que tienen más poder, se vuelve envidiable por la fuerza y las ganas con la que luchan por sus derechos. Algunas personas no entienden esto y pueden llegar a creerse superiores a ellos y tratan de avasallarlos como sea.

Como por ejemplo, la Empresa Forestal Rionegrina Sociedad Anónima, que les inició causas penales a campesinos por sacar leña del lugar en donde viven, en la patagonia argentina.

Como quedó dicho, puede haber excepciones, pero la mayor parte de Latinoamérica fue y sigue siendo testigo de cómo los aborígenes sufren por sus pertenencias, por sus tierras tan codiciadas. Argentina, Perú, Venezuela, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Ecuador y México son algunos de los países en los que hubo algún tipo de enfrentamiento.

En Brasil, varios campesinos tienen miedo que les saquen terrenos de cara a lo que será el mundial de fútbol del 2014, temiendo que se pretendan construir en esos lugares, estacionamientos o centros comerciales. Repasando todos estos hechos, llenos de intereses económicos, no están errados al menos en pensarlo.

martes, 7 de julio de 2009

Cuento

La muerte del soldado

Quería seguir corriendo pero cuando caí encima de ese cuerpo, no pude reaccionar, me quedé helado. Era la primera persona que veía muerta. No puedo describir muy bien la sensación que tuve, pero está claro que fue horrible. La explosión de la granada fue muy cercana y me tiró varios metros adelante. Creo que me salvé de casualidad.

Quedé un poco alejado de la compañía y estaba prácticamente solo. Trataba de apurarme para alcanzarlos pero los seguía viendo lejos. Y además de no verlos, tampoco los escuchaba. La granada me dejó muy aturdido y casi sordo. En realidad, creo que en ese momento quedé sordo por completo porque por un rato no escuché ningún disparo ni ninguna detonación, algo inusual.

Cuando me levanté, luego de la explosión, me quedé paralizado por unos segundos. No tuve conciencia que tenía que seguir para poder sobrevivir. En ese momento me resultó más fuerte la imagen de ese tipo tirado, con el cuerpo frío, que la granada que estalló detrás de mí. Sabía que iba a la guerra, pero recién ahí fue que me di cuenta de lo que eso significaba.

Nunca supe cómo fui a parar allí. Yo no era un tipo como para pelear en una guerra. En realidad, nunca me llegué a pelear con nadie. Es más, las veces que discutía con alguien, me ponía mal y me quedaba así por un tiempo largo. No era como mis compañeros de combate. Ellos estaban más preparados para luchar. También eran jóvenes, igual que yo, pero tenían más experiencia, al menos desde sus cabezas, ya que venían pensando en esto desde hace tiempo.

El asunto es que yo ya estaba ahí y no podía volver atrás. Seguí corriendo y me acerqué, por fin, a la compañía. Para ese entonces, mi oído había mejorado bastante. Por un rato no tuvimos demasiados problemas, estaba todo muy tranquilo. Estuvimos sin encontrar a algún francés por alrededor de dos horas. Igualmente, teníamos que permanecer atentos porque sabíamos que estábamos en territorio enemigo.

Durante el tiempo que estuve en la guerra, recuerdo que realicé un sólo disparo. Ya dije, yo no era el hombre ideal para pelear. Será por eso que el teniente siempre me renegaba y me dejaba, por momentos, más retrasado. Ese disparo lo hice el último día.

Luego voy a contar con más detalles cómo fue ese hecho. Pero por ahora voy a seguir con el relato por donde iba. Nos encontramos con los franceses a 40 kilómetros y allí se desarrolló una batalla muy dura. Para colmo, el ejército británico se nos acercaba por el otro frente. Yo me traté de cubrir como podía de los disparos y las explosiones.

Era un poco miedoso, lo reconozco, pero también tenía mis lapsos de valentía. Me parece que tuve algo de los dos extremos para hacer lo que terminé haciendo. Pero en ese instante, yo corrí para resguardarme. De reojo lo vi al teniente y pude ver en su mirada varios insultos dirigidos hacia mí. No podía creer cómo podía ser tan cobarde.

Allí murieron muchos de mis compañeros. Seguramente yo también hubiera muerto si no fuera porque prácticamente no combatí. Permanecí en todo momento detrás de los demás. Igualmente también cayeron varios enemigos. No a causa de mis armas, claro. Tenía todas las municiones intactas. Trataba de hacerme el que combatía pero el teniente se dio cuenta desde el principio de cómo era yo.

Creo que él quería que me muriera de una vez por todas, así no tenía que estar más a cargo mío. Y para decirlo llanamente, yo también quería morirme. Llegó un momento en que la presión que sentía era insoportable. Me sentía muy angustiado al estar lejos de mi familia y ver todos los días gente muerta alrededor mío. No sabía que hacer. Pensaba en ser el primero en salir de las trincheras para dar la cara y pelear, pase lo que pase. Pero no tenía esa valentía.

Esa batalla la ganamos. O mejor dicho, la ganaron mis compañeros. Ellos también se dieron cuenta cómo era yo y ninguno se me acercaba. Habrá durado aproximadamente media hora o un poco más. Cuando terminó, fue ahí que me empecé a sentir muy atormentado.

Seguía sin saber cómo fui a parar allí. Recuerdo que recibí el llamado del ejército alemán y ahí me tienen. Perdido entre granadas, disparos, muertes. Y otra vez, la tranquilidad, si es que existía la tranquilidad en esa zona.

Hace un par de años que había comenzado la guerra y no había indicios de que terminara. De todos modos, nosotros, en el frente de batalla, no teníamos la menor idea de lo que estaba pasando en las principales ciudades.

Seguimos nuestro camino y pudimos descansar toda la noche. Las tropas enemigas estaban alejadas de nosotros y nos permitieron dormir bastante. A la tarde siguiente nos preparamos bien, porque sabíamos que se iba a librar una nueva batalla.

Cuando llegamos al río Somme, al norte de Francia, yo presentí que ese iba a ser mi fin. Miles de soldados de los ejércitos franceses y británicos nos estaban esperando. Igualmente, nosotros teníamos una buena cantidad de personas en la tropa y enseguida se nos unieron más alemanes.

Yo seguí con mi postura de no pelear, pero sabía que no la iba a poder sostener todo el tiempo. Desenfundé mi arma al instante, aunque todavía no estaba preparado para usarla. Y no lo iba a hacer hasta el último momento en que lo creyera necesario. Y así fue. Esperé todo lo que pude.

Mientras tanto, la batalla que se libró allí, según tenía entendido antes de partir, pasaba a ser una de las más grandes. Una cantidad de muertos incalculable yacían en el suelo, todos de distintos países. Y una suma importante de estruendos se escuchaba al lado mío. Cuando miré al frente, vi cómo el teniente que estaba al mando nuestro, se desplomaba producto de una serie de disparos recibidos.

El pánico definitivamente se apoderó de mí. Y creo que también un poco en todos mis compañeros, aunque ellos no lo demostraban. De todos modos, yo también trataba de estar calmo, pero mis manos no mostraban eso. Mi arma se movía para todos lados por el temblor que invadía mi cuerpo.

El momento para utilizarla había llegado. Los franceses y los británicos nos tenían acorralados. Éramos alrededor de cien soldados y sabíamos que no teníamos oportunidad de escapar. Todos mis compañeros se abalanzaron sobre ellos, en un último instante de nacionalismo. Yo también lo sentí, pero como ya saben, era cobarde. Ese único disparo me lo di en la sien.

Lo que lamento, es que voy a tener que ver nuevamente al teniente. Y peor para él, me va a ver a mí.

martes, 30 de junio de 2009

Cuento

Tragedia sin fronteras

Era un día de sol y calor. Estaba bastante despejado. De pronto la ciudad se llenó de humo y muerte. Esa muerte que miraba La Libertad desde su isla, siempre con su antorcha en la mano. El fuego derrumbó a las hermanas. Hace unos instantes yo estaba ahí, ahí dentro. En lo que ahora son escombros. Los 110 pisos pasaron a ser uno sólo. Quedaron todos juntos en el suelo. No sabía si correr, ayudar, gritar. Tenía ganas de hacer todo y al mismo tiempo nada. Quería vivir.

Las naves con alas desaparecieron en el medio de las gemelas. Justo antes que personas sin alas volaran por el cielo, intentando no vivir lo que estaban viviendo. Y yo también lo estaba viviendo. El día empezaba, y el hombre con barba y hasta ese momento desconocido para el común de la gente, decidió que terminara en ese instante. Mi día, no sé si terminó ahí o si siguió. Lo que sé, es que ese fue el día de mi vida, y no por lo bueno precisamente.

Las noticias llegaban hablando de otras naves con otros rumbos, algunos más lejanos, otros más cercanos. Las naves que yo vi, ya no estaban. Se esfumaron en medio del humo. La antorcha estaba apagada, pero se encendió la isla mayor. Se encendió de fuego, escombros y cenizas, seguidas de dolor y muerte.

A lo lejos se escucha caer uno de los cinco lados. También el trueno que viene desde los bosques de Pennsylvania. Aunque sólo eso se escucha. El estruendoso derrumbe no deja oír nada más. Cuando ya había pasado media hora, no hubo tiempo para nada. Otro derrumbe sacudió a todo el mundo. Mientras que en el Oriente alguien se sonreía.

La gente salía entre las cenizas con las caras negras, sin saber que pasó y por qué estaban así. Ya no quedaban rastros de las naves con alas. La Libertad no pudo ver todo porque las torres de humo desplazaron a las anteriores torres. El acero se derritió y todo se cayó. Mientras que yo seguí corriendo sin saber para dónde. Miré alrededor y todos hacían lo mismo.

Todo lo que se ve forma parte de escombros. Escombros que fueron edificios. Edificios que ya son historia. La Estrella de David se desmoronó junto a la cruz y al Corán. Lo que queda son las cuatro letras en el piso. También quedan las sirenas de las ambulancias y de los bomberos. Se escuchan a lo largo de la calle Pasteur. Las cenizas, mientras, siguen en el aire.

Me pareció ver una camioneta en el mismo lugar en donde está ese cuerpo tirado. No lo puedo asegurar. Pero sí puedo afirmar que un helicóptero estuvo dando vueltas anoche por acá. No sé si tendrá algo que ver, pero es lo primero que se me pasó por la cabeza. Mientras tanto, en los diarios dicen que Brasil salió campeón. Ya no existe el fútbol. No existe nada más. Con el derrumbe se vino todo abajo.

Ese lunes por la mañana, bien de invierno, dejó muchos muertos. La religión tomó preponderancia pero pasaba a ser una sola. Éramos todos iguales. Todos con caras llenas de cenizas. En el medio de ese humo en la ciudad que no se terminó de ir nunca. Y con la mirada que seguía apuntando hacia el Oriente.

El dolor era inmenso. Los escombros se hicieron más cuando al rato siguió desmoronándose la religión. El silencio se hizo presente para encontrar sobrevivientes. Las cámaras filmaban la tragedia, las camillas ocupadas, los héroes que hay en toda catástrofe, los médicos tratando de hacer su trabajo, salvar vidas.

Sebastián Piana, compositor de tangos, había muerto el día anterior. También había jugado Argentina en la Copa Davis. Noticias que publicaron en sus tapas los diarios, y que fueron olvidadas a las 9.53, justo en el momento en que se escuchó el estruendo, seguido del derrumbe.

Se hizo de noche y todavía el humo seguía en el aire. No sabía que hacer. Creo que todas las personas que estaban allí se encontraban en la misma situación. Entré sin pensarlo. Si lo hubiera pensado, creo que habría hecho lo mismo. Saqué algunos cuerpos, vivos o muertos, no lo sé. Hacía mucho calor. Todos estaban preparados para el gran festejo y al final, todo fue dolor, mucho dolor.

La música terminó cuando casi no había comenzado. Los torsos desnudos desparramados en la vereda y en la calle daban mucha impresión. Los celulares sonaban sin que nadie los atendiera. También sonaba el tren cuando llegaba a Once. Todo era confusión. El mundo se me apagaba, mientras que el fuego se encendía, el humo tóxico crecía y los muertos se multiplicaban.

La plaza vacía un día normal a esa hora, se llenaba de gente, periodistas, ambulancias, héroes anónimos y simplemente curiosos. Algunos habían visto la luz volar hacia la sombra y otros sólo vieron las consecuencias de eso: la lava cayendo del cielo. Esta vez, la mirada de culpa era hacia dentro y hacia los hombres de poder.

El año nuevo quedó opacado. No fue feliz, de eso no tengo dudas. Fue muy doloroso. Mientras tanto, en ese momento, el humo y los gritos tomaban protagonismo y no dejaban ni ver ni oír. Por sobre todas las cosas, no dejaban sentir. Los trenes seguían llegando y la noticia se iba expandiendo.

Hacía calor adentro y también afuera. La diferencia es que afuera se podía respirar. Pero había que traspasar las puertas con candados para poder respirar. Salí, volví a entrar una y otra vez. No estaba muy consciente. Saqué un cuerpo y luego otro, mientras oía a alguna madre desesperada gritar por su hija. Ella, al igual que todos nosotros, quisimos escuchar música y terminamos escuchando sirenas que siguen sonando en nuestras cabezas.

Esas mismas sirenas que ya me cansé de escuchar. Ambulancias, bomberos, policías, da lo mismo. Todo es dolor. Los gritos son dolor. Las lágrimas son dolor. La muerte es puro dolor. Muerte que, por momentos, no se puede ver en medio del humo y el fuego. Los cuerpos van a parar a autos particulares, patrulleros, ambulancias, donde sea necesario para que los trasladen a algún hospital.

El calor ya es insoportable. Las remeras en las manos sirven para tratar de dar aire a los que están inconscientes. Yo estuve inconsciente, ya lo dije, pero pude mantenerme despierto. Me fui del lugar sin saber exactamente qué fue lo que pasó. El lugar quedó vacío. Con zapatillas que se fueron volando y difícilmente vuelvan a la tierra. También será difícil que el humo se disipe por completo.

Sólo quedaron escombros que desaparecerán pronto para que ella, con su antorcha en mano, pueda ver a pleno la ciudad. Aunque ya no las verá a ellas dos, a las gemelas. Verá solamente sus ruinas, el resplandor de sus sombras y parte del capitalismo en el suelo, junto con las torres sobrevivientes.

viernes, 26 de junio de 2009

Conflicto en Perú

12/06/09

Gobierno e indígenas, política y sangre

Los reclamos que mantienen las comunidades nativas llevan más de 2 meses y la cantidad de muertos en enfrentamientos con la policía va en aumento. Ya son más de 50 entre ambas partes.

Luego de 2 meses, la disputa entre las dos partes se está volviendo cada vez más inflexible. Lo peor de todo es que esa inflexibilidad se está cobrando un derramamiento de sangre con varias muertes en el medio. Las comunidades indígenas parecen no ceder en sus reclamos y el gobierno de Perú tampoco deja de tirar de la soga. La decisión de crear el primer partido político compuesto por nativos de la región, definitivamente no aplacó la violencia generada en los últimos meses.

Tal vez, el presidente Alan García, no se imaginaba que los negocios de su país con Estados Unidos podían traerle tantos problemas. Porque la raíz de todo esto es el Tratado de Libre Comercio de Perú con el país norteamericano. Como consecuencia de estas negociaciones, el Presidente peruano se vio obligado a dictar una serie de decretos legislativos, con los cuales las comunidades de la Amazonia se mostraron claramente en contra.

Esas leyes afectan a los indígenas y al lugar en el que viven, y por este motivo piden la inconstitucionalidad de ellas. Tienen motivos para pedir esto, ya que se basan en lo pronunciado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En el artículo 17 de la Convención 169, dice que: “Deberá consultarse a los pueblos interesados siempre que se considere su capacidad de enajenar sus tierras o de transmitir de otra forma sus derechos sobre estas tierras fuera de su comunidad”.

Precisamente, esto es lo que quería hacer el gobierno con estos territorios. Además, los campesinos tampoco fueron consultados. Para satisfacción de las personas que reclamaban por esto, uno de los decretos ya fue declarado inconstitucional. Se trata de la ley forestal. Igualmente quedan 8 leyes más que están en la mira y son eje de los reclamos, aunque recientemente fueron suspendidos por 90 días hasta llegar a una solución definitiva.

Por estas cuestiones es que hace más de dos meses, más de 300 comunidades de la selva amazónica se encuentran realizando paros que afectan el transporte de personas, mercaderías y cargas. Así también perturban la economía de la región. A esto además se le suman las distintas movilizaciones que están llevando a cabo.

Los cortes de rutas y ríos, y la toma de puntos de extracción de gas y aeropuertos, son algunas de las medidas que tomó el campesinado. De esta manera causan que varias ciudades sufran desabastecimiento de alimentos y cortes de energía en algunos sectores cercanos.

Por esto es que intentan que el Tribunal Constitucional los ayude y anule el paquete de leyes promulgado por el Poder Ejecutivo, ya que lo consideran lesivo para la zona, algo que la Defensoría del Pueblo apoya. De no ser así, “apelaremos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, dijo Alberto Pizango, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), y representante de los pueblos nativos.

Además resaltó, durante la IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas, que “si hay que morir, que nos maten. Preferimos morir luchando para que nuestros hijos puedan vivir dignamente”. Esto en referencia a los muy duros enfrentamientos entre los campesinos y la policía. Algo que se está volviendo cada vez más común. Las marchas pacíficas quedaron definitivamente de lado.

A pesar de esto, Pizango remarcó nuevamente que las movilizaciones serán en paz “porque los pueblos indígenas son respetuosos de los derechos humanos”. Igualmente, más de 50 muertes son las que se produjeron hasta el momento, contando ambas partes involucradas. Aunque no hay una cifra oficial con respecto a los fallecidos, debido a que hay cuerpos que todavía no se encontraron.

Ante esta situación casi insostenible, la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR), expresó mediante un comunicado que “la forma como se ha manejado el diálogo entre el Ejecutivo, el Legislativo y la representación de las comunidades amazónicas ha terminado agudizando el conflicto, con las consecuencias por todos conocidas”. También marca la necesidad que esta problemática sea tratada por el Tribunal Constitucional.

Por los reclamos y por las consecuencias que dejaron estas exigencias, es que se decidió crear una nueva agrupación política integrada y para que defienda los intereses de los indígenas. Esto es lo que anunció hace algunos días Mario Palacios, presidente de la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI).

Igualmente, la conformación del Proyecto Político Perú Plurinacional (el nuevo partido), se terminará de decidir en los próximos meses, entre agosto y septiembre. Siendo más ofensivo, Palacios también remarcó que "el Congreso de la República no responde, no legisla, ni fiscaliza, en tanto que el Ejecutivo es corrupto". Además señaló que el partido que está en construcción se debe “a que no hay un interés político por recoger la demanda indígena”.

Esto también se vio favorecido en el acuerdo alcanzado en la reciente Cumbre, de crear una Unión Mundial de Naciones que canalice los esfuerzos y aumente la fuerza política de los nativos. En esta convención, celebrada en la ciudad de Puno, pueblos de la comunidad Abya Yala, mostraron su disconformidad con el sistema liberal de Perú.

Además, exigieron Estados Plurinacionales, para que el Estado reconozca a los indígenas como naciones preexistentes y respeten sus derechos ancestrales. Al mismo tiempo pidieron Buen Vivir, concepto que hace referencia a la armonía y al equilibrio que predicaron estas culturas.

Pero a pesar de las exigencias, el gobierno nacional, con el presidente Alan García a la cabeza, parece que no quiere dar el brazo a torcer. Inclusive, las diferencias son cada vez mayores. Especialmente, después de que el Poder Judicial dictaminara la orden de detención contra Alberto Pizango. Es acusado de sedición y rebelión, además de ser responsabilizado como autor intelectual de las muertes ocurridas en la ciudad de Bagua, donde se enfrentaron nativos y policías.

El líder indígena, a raíz de su persecución, se refugia en la Embajada de Nicaragua, luego de un pedido de asilo. Como pasa en la mayoría de las disputas, las acusaciones van en ambas direcciones. La vicepresidenta de Aidesep, Daysie Zapata, responsabilizó al gobierno por la masacre ocurrida, diciendo que “ha manchado de sangre nuestro Perú”. Al mismo tiempo, ratificó que Pizango se encuentra en Lima, luego de rumores que indicaban que se había refugiado en la ciudad de La Paz, Bolivia.

Siendo más específica, Zapata acusó al presidente Alan García; a la ministra de Interior, Mercedes Cabanillas; y al presidente del Congreso, Javier Velásquez Quesquén. A la Aidesep, además se le suman una gran cantidad de organizaciones y movimientos sociales que reclaman por la derogación de los decretos legislativos, los cuales afectan a los hidrocarburos y biocombustibles de la zona.

Por ejemplo, el Taller Permanente de Mujeres Indígenas y Amazónicas de Perú (TPMIAAP), integrantes de la organización social Chirapaq, se pronunciaron explicando que los “actos de violencia lamentables se pudieron evitar con el diálogo y el respeto a los derechos humanos”. También piden la intervención inmediata del Relator especial para pueblos indígenas de las Naciones Unidas y de la Defensoría del Pueblo.

Estas acusaciones también se pueden ver en la declaración formal de la Cumbre Amazónica, donde señala a García de ser el “único responsable”. Entre otras cosas a resaltar de una serie de puntos difundida, está el pedido de renuncia del primer ministro Yehude Simon y la solicitud de juicio político y penal al Presidente. Además declaran como “héroes a los ciudadanos fallecidos que sacrificaron sus vidas en defensa de los derechos amazónicos y recursos naturales de la Nación”.

Por su parte, Alan García se defendió diciendo que “estas personas no tienen corona. No son ciudadanos de primera clase que puedan decir, 400.000 nativos a 28.000.000 de peruanos, ‘tu no tienes derecho a venir por aquí’, ese es un error gravísimo”. Esto en referencia a los manifestantes y los cortes de ruta. Además trató de delincuente a Pizango, habló de un “complot contra la democracia” y no descartó que estos movimientos hayan sido generados por intereses extranjeros.

En parte, los pueblos nativos le dan la razón, ya que para ellos, todo esto se dio en relación a los intereses de Estados Unidos. Hay que recordar que el paquete de decretos legislativos se da en relación al Tratado de Libre Comercio entre los norteamericanos y Perú.

Otras de las leyes firmadas se trata de la parcelación de las tierras ancestrales de las comunidades del Amazona y la venta de áreas selváticas a inversionistas extranjeros. Aparte de los decretos, se pide el cese del toque de queda en la región y del Estado de Emergencia.

La mesa de diálogo propuesta en su momento por el Gobierno, quedó olvidada ya que ninguna de las partes se ponía de acuerdo. Pizango reclamaba que primero se derogaran las leyes para sentarse a hablar. García y Simon, pedían que dejen los cortes y reclamos para así dialogar. Después vinieron los enfrentamientos, las muertes y el pedido de detención para el líder campesino.

Las exigencias se están haciendo oír cada vez con más fuerza y distintas agrupaciones y organizaciones de derechos humanos se suman en los pedidos en defensa de los indígenas. Habrá que ver si la suspensión momentánea del decreto produce algún efecto. La intransigencia de ambas parte tendrá que tener un alto si es que no se quiere expandir el derramamiento de sangre.